Proyecto “BALBUCEA”
Aunque el autismo se puede diagnosticar a partir de los 18 meses, las estadísticas internacionales nos indican que la mayoría de los casos no se diagnostican hasta los 4 y 5 años. El propósito de este proyecto es que familias y profesionales puedan detectar -lo más tempranamente posible- indicadores de alteración social en niños y niñas muy pequeños, para así poder actuar cuanto antes sobre ellos.
Para llevar a cabo este proyecto, queremos abrir tres líneas de actuación:
1. Contactar con escuelas infantiles y centros educativos (que escolaricen niños y niñas de entre 0 y 2 años) y ofertarles actividades formativas gratuitas acerca de:
- los hitos evolutivos que tienen que ver con el desarrollo social (como son la imitación, la referencia, el balbuceo y el juego manipulativo con objetos)
- la manera de afrontar en el aula la estimulación temprana
- y cómo comunicar a las familias los problemas detectados.
Todo ello para estimular convenientemente a su alumno y derivarlo a un especialista, si se detectan los síntomas de alarma.
2. Orientar y dar formación gratuita a las familias cuyo bebé se hubiese considerado como “de riesgo”, después de una evaluación más especializada por parte de los profesionales de la fundación.
3. Ofrecer asesoramiento a pediatras, poniéndonos en contacto con el Colegio Oficial de Médicos y otras entidades (como hospitales o centros de salud) para divulgar sencillas herramientas de detección -disponibles de forma gratuita (como el M- CHAT)- así como consejos acerca de cómo comunicar a las familias que su hijo puede tener problemas en el desarrollo.
Necesitamos financiación para poder hacer posible que todos estos proyectos salgan adelante; pues, lo que nos mueve, es llevar a cabo las mejores prácticas con profesionales formados y especializados que ofrezcan garantías y que establezcan programas para alcanzar objetivos. Y, también, para que, todo aquello que se dice que es tan fundamental en la vida de niñas y niños con TEA para avanzar y tener una vida lo más plena y feliz posible (junto con sus familias), sea accesible para aquellos que tienen menos recursos económicos.